Querida Madre,
Confío estés bien al leer esta carta. Te extraño mucho... te amo aún más... Los días de viaje no terminan, el mundo se me hace pequeño... Los días son hermosos mamá... espectaculares... A veces me levanto de madrugada y salgo a caminar. Las banderas se ondean, los árboles bailan, los pájaros cantan, la gente bosteza, el café baña con su aroma la plaza y el mercado... los niños van a la escuela dormidos con media camisa por fuera, con sus mochilas gigantes y sus cachetes inflados, como cuando acabas de despertar...
Hoy es un día hermoso mamá, es un día de esos donde decidí salir a jugar... sentir la lluvia refrescante en mi cara y el sudor de la vida en mi cuerpo, que ya luego en el vapor del sol desaparecerá...
Ya no te preocupes por mi mamá. Ya no sobreviviré, he de confesarte que vivo muy bien... y solo quería dejarte saber que te amo. Solo quería dejarte saber que te extraño y que todo me va bien. Como debe ser... Como he decidido que sea...
Con Respeto y Amor,
Tu hijo
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