...y cuando más pienso que sería un viaje largo
tus palabras lo acortaron.
El susurro de tu acento,
seductor,
poco usual para mi...
a derretirme seguro...
En tus cuentos morí infinitas veces y una más...
El tiempo paso... morí y viví... viví y morí...
Que hago ahora con la incertidumbre?
Algún día me hablaron de ti...
No creí...
hasta que te pusieron ahí...
hasta que me llevaron a ti...
Que danza la de tus labios
que me envuelve en tu cálido
y seductor acento...
En las alturas,
quién encuentra semejante dulzura?
Pura y dura.
Se embriagan las hebras
de rizos sin ataduras...
Ojalá nos volvamos a encontrar
o que vayamos juntos a Kailash,
o que en una cueva del Himalaya meditemos
y se funda nuestro espíritu
como incienso en el altar de Brahma a la eternidad...
Friday, October 7, 2011
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